Elemmental. María Carbonell / Entrevista
María Carbonell: «Quizás a través del arte consigamos poner el foco en ciertas cuestiones importantes»
LA ARTISTA MURCIANA NOS HABLA DE SU CARRERA Y DE SU PROCESO CREATIVO
María Carbonell Foulquié (Molina de Segura, Murcia, 1980) es una artista que, a través de temáticas comprometidas y una estética muy personal, trabaja con la incomodidad del espectador para envolverlo en una serie de debates sobre cuestiones políticas y sociales.
Licenciada en Bellas Artes por la Universidad de San Carlos de Valencia, a lo largo de su trayectoria artística ha sido recibido diferentes premios como las Becas y Premios Pilar Juncosa y Sotheby’s de la Fundació Pilar i Joan Miró en 2018, donde actualmente realiza una residencia artística en la Casa Velázquez de Madrid; artista residente en el VI Encontro de Artistas Novos ‘Cidade da Cultura’ en 2016; y tuvo su obra seleccionada en certámenes prestigiosos como el BP Portrait Award en varias ocasiones.
Ha expuesto, tanto en individuales como en colectivas, por casi toda la geografía nacional y también ha participado en citas como la Bienal de Mislata, Art Banchel, Art & Breakfast y en ferias como ARCOmadrid y Estampa.
P. En tu trabajo juegas con incomodar al público a través de cómo tratas los temas, tanto a nivel técnico como temático. ¿Qué buscas en esta sensación inquietante?
R. Para mí una de las cosas más importantes a la hora de realizar una obra es justamente conseguir que cause en el espectador una sensación de incomodidad, que se plantee ciertos debates. Me interesa poner en relieve temas que me preocupan que generalmente tienen que ver con cuestiones sociales y hacer que el espectador se cuestione a través de la obra ciertas preguntas.
P. Has puesto la mirada en la inmigración frente a una sociedad que prefiere no mirar hacia ese problema. ¿Por qué decides sacarlo a la luz?
R. Porque como artista siento que tengo que hacerlo. Debemos dejar de abordar la situación migratoria como una amenaza o como una situación excepcional, porque es algo que dista muy lejos de ser pasajero. Pienso que quizás a través del arte consigamos poner el foco en ciertas cuestiones importantes y conseguir una mayor visibilidad y sensibilidad. Aunque he de decir que soy bastante escéptica en que cambien las cosas. Llevamos más de cuatro años en los que ha aumentado la magnitud de los movimientos migratorios, y las autoridades europeas siguen lavándose las manos y llevando a cabo discursos xenófobos. No hay una crisis de refugiados, hay una crisis de valores.
P. Muchas de tus obras las realizas a través de imágenes que encuentras en Internet. ¿Qué te ofrece esta red para formar tu propio imaginario?
R. Fue una decisión que tomé hace unos años por cuestiones relativas al proceso de trabajo. Ese tipo de imágenes me ayudan a separarme más del referente e ir más allá con la pintura. La red me permite encontrar todo tipo de imágenes que utilizo para crear composiciones a través de collages fotográficos.
P. Femen también es un tema recurrente en tus series. ¿Qué hay de combativo en hacerlas eternas?
R. He utilizado imágenes de Femen para hablar de colectivos feministas que utilizan el cuerpo desnudo en espacios públicos como herramienta política. Femen tiene algo que ha hecho muy bien y es saber llegar a los medios de comunicación, los cuales quizás sólo se hayan fijado en ellas por aparecer con el torso desnudo, pero al final han conseguido dar visibilidad a aquello por lo que están protestando. También he trabajado con imágenes de otros colectivos como Fuerza Artística de Choque Comunicativo (FACC), que es un colectivo artístico argentino.
P. ¿Has tenido algún problema con la censura por mostrar esos cuerpos desnudos?
R. Pues aún no, cosa que me sorprende la verdad. Porque he visto cómo las redes sociales han censurado obra de otros artistas por menos. Sinceramente me parece increíble que se censure el desnudo en el siglo XXI existiendo el Origen del Mundo de Courbet desde 1866 [risas]. No le encuentro ningún sentido a censurar obras de arte porque aparezca un pezón.
P. Hablas de un punto de inflexión en tu trabajo durante el 2015. ¿Qué ocurrió para que esto sucediese?
R. Pues sentía que estaba atascada con mi trabajo, sobre todo con la forma de llevarlo a cabo y con el resultado pictórico. De ahí a cambiar las imágenes que utilizaba como referente. Hasta entonces había utilizado como referentes fotografías que yo hacía, y lo que pasaba es que al final se convertían en un muro porque le daba mucha importancia a la imagen. Por eso lo de empezar a utilizar imágenes sacadas de Internet, porque generalmente la resolución es bastante mala y me obligo a resolver la obra de otra manera. Me proporcionan mayor libertad de experimentación durante el proceso y me ayudan a ir más allá del referente.
P. ¿Qué valores emocionales tiene la introducción del color rosa en tu obra?
R. Si te soy sincera, no empecé a utilizarlo por ninguna cuestión emocional. Simplemente por experimentación. Empecé a incluir los sprays en mi obra y poco a poco me quedé con ese color. Ahora, sí que lo utilizo de manera deliberada porque de alguna forma se ha convertido en algo identificativo de mi trabajo. El spray tiene ese punto de protesta, vandálico, que ejerzo hacia mi propia obra.
P. ¿Sigues alguna rutina para ponerte a trabajar?
R. Intento ser un poco disciplinada con el horario, últimamente debido al volumen de trabajo que tengo pinto de lunes a domingo. Me suelo levantar sobre las 9, cosa que no es muy temprano la verdad, me cuesta bastante madrugar, y me bajo al estudio a las 10. Tengo suerte porque el estudio se encuentra en el mismo edificio donde vivo, en el bajo. Es un poco cueva, cosa que me encanta porque me gusta pintar con luz artificial blanca ya que me permite valorar el color sin que la luz natural del día influya. Allí tengo mi gato, Polifemo, que es bastante pesado pero se hace querer. Trabajo escuchando todo tipo de música, flamenco, música clásica, jazz, rap, trap, música francesa, italiana… Suelo trabajar de 10 a 2 y de 3 y media hasta las 9. Tengo determinadas canciones que siempre me pongo para que me activen.
P. ¿A quiénes señalarías como tus principales referentes?
R. Bufff, hay muchísimos. El número de referentes siempre va aumentando, desde Gerhard Richter, Darío Villalba, Michael Borremans, Justin Mortimer, Marlene Dumas, Santiago Ydañez… Me gusta mucho también el trabajo de Njideka Akunyili Crosby.
P. ¿Recuerdas la exposición, de todas las que has visitado, que más te impactó?
R. Aluciné con la exposición de Fra Angelico en El Prado, no me lo esperaba. Nunca ha sido un pintor que he tenido entre mis referentes, pero esa exposición ha hecho que lo redescubriera y viera su trabajo con otra mirada. Ver en directo, y restaurado, el cuadro de La Anunciación me dejó loca.
P. ¿Cuál crees que es la mejor estrategia para combatir el machismo en el mundo del arte?
R. Creo que para combatir el machismo en cualquier sector de la sociedad la mejor estrategia es la educación. Educar a niños y niñas que hombres y mujeres somos iguales y tenemos los mismos derechos y obligaciones. En el mundo del arte hay mucho por hacer, es realmente triste ver los porcentajes de obras de mujeres artistas en museos o galerías. Y también la participación de mujeres artistas en ferias, el porcentaje es lamentable.
P. ¿Cómo valoras tu relación con el mercado del arte?
R. Madre mía, qué pregunta [risas]. Diría que complicada. Esto no es nada fácil. Aun así, me siento una afortunada de poder vivir de lo que hago, no es fácil poder hacerlo y menos aquí en España donde casi no existe coleccionismo comparado con otros países y donde las ayudas son casi inexistentes. Al convivir con artistas franceses este año aluciné al enterarme de las ayudas que tienen y las facilidades que tienen para cotizar. Estamos a años luz de nuestro país vecino. Esta profesión es muy dura, hay momentos en los que te llega a destrozar tanto física como psicológicamente, durante el camino te encuentras un montón de obstáculos, tienes que trabajar muy duro y sobre todo creer en lo que haces y hacer lo que te dé la gana porque nadie te va a asegurar el éxito. Yo pienso que tengo mucha suerte por poder dedicarme a esto cada día y lo disfruto al máximo, cada día con más fuerza y ganas. Creo que tengo más energía ahora que hace 10 años [risas].
P. ¿En qué estás trabajando ahora?
R. Pues ahora voy a tope, estoy terminado el proyecto Más allá del cuerpo, que inauguro en enero en el centro Párraga en Murcia, ahora en Valencia se inaugura Desplazamientos sediciosos comisariada por Alba Braza donde participo con otras artistas, en febrero viene Arco, exposición en la Casa Velázquez de Madrid con los becarios que hemos estado este año, y en abril individual en T20, así que la cosa viene cargadita [risas].
P. Y, para finalizar, la vida sin arte sería…
R. Un verdadero aburrimiento.
María Carbonell se convierte en una verdadera activista, a través de sus pinturas, haciendo de su estética una rama de la ética que remueve al espectador. Se trata de una artista absolutamente necesaria en tanto en cuanto su mirada arroja luz sobre determinados temas de la actualidad, logrando la conjunción perfecta entre técnica y discurso.
María von Touceda
26·12·19
Puedes ver más obras de María Carbonell en su página web y en su perfil de Instagram.